Pinchazo atlético
La primera mitad se desarrollaría con mucha intensidad por parte del cuadro local, lo que provocó que varios de los integrantes de su plantilla vieran la cartulina amarilla. Sandro Ramírez pondría a prueba a Jan Oblak al poco de arrancar el choque, aunque el cancerbero esloveno atajó el cuero con mucha seguridad. A continuación, Nacho Martínez colgaría el cuero al área desde el flanco zurdo, pero José María Giménez alejaría el esférico de sus dominios.
Diego Costa quiso poner la réplica superado el cuarto de hora de juego, si bien es cierto que la incesante presión de la zaga blanquivioleta impidió que el de Lagarto pudiese encarar a Jordi Masip. Posteriormente, el Pucela mandó el esférico con el propósito de superar a Oblak, pero uno de los mejores arqueros del planeta no dio ninguna opción con un contundente despeje de puños. Entraría el VAR en el partido sobrepasada la media hora del duelo, todo ello para confirmar una pena máxima cometida por Thomas Partey sobre Sandro.
El que fuera ariete de FC Barcelona y Málaga CF, entre otros, tomó la responsabilidad de asumir el lanzamiento desde el punto fatídico. El ariete quería romper su maleficio de cara a portería en LaLiga, campeonato en el que no marca desde hace un par de años. Aun así, su dinámica negativa como killer en el torneo de la regularidad se iba a prolongar, dado que el golpeo del canario se marchó a las nubes para desesperación de un jugador que no paraba de intentarlo sobre el césped. La última acción del primer acto correría a cargo de Nacho, pero su centro no pudo ser aprovechado por ningún compañero al pasearse entre Renan Lodi y Oblak.