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La UD Taburiente masculina da la cara ante la Complutense A

El conjunto grancanario cayó derrotado por 3-1 ante el primer equipo de la Complutense, de la máxima categoría, en un encuentro en el que los canarios gozaron de sus oportunidades pero que acusaron en exceso los desajustes defensivos en la segunda mitad y la lesión de Valeriano Mardones.

Tras tres semanas cargadas de trabajo en las que los jugadores se han ido incorporando a la pretemporada a cuenta gotas, afrontaba el Taburiente su primer amistoso con todos sus efectivos en el campo, lo que conllevaba los lógicos desajustes sobre el verde en el arranque del encuentro, si bien los jugadores fueron capaces de plasmar muchos de los conceptos tácticos en los que han venido trabajando sobre la pizarra.

El Taburiente aprovechaba para probar dos sistemas diferentes de juego en cada una de las dos partes, compitiendo a un gran nivel sobre todo en la primera parte, cuando el equipo estaba más fresco físicamente, llegándose al ecuador del partido con 0-0, habiendo dispuesto de varias llegadas al área rival, contraatacando la Complutense con su desborde y un par de ocasiones de penalti-córner bien defendidas por los canarios.

El cambio de sistema en el arranque del tercer acto pasó algo de factura en el juego del equipo, al ser totalmente nuevo con respecto a lo que se practicaba la temporada pasada, lo que provocó algunos desajustes en defensa, aunque las sensaciones con bola eran buenas en términos generales.

La Complutense aprovechaba para dar un paso al frente presionando más arriba y el Taburiente sufría la desgraciada lesión de Valeriano Mardones, que tenía que abandonar el encuentro, si bien en principio no debería de dejarle fuera del estreno liguero ante el CD Terrassa dentro de 2 semanas.

La baja de Valeriano obligaba al Taburiente a hacer reajustes en su defensa, aprovechando para rotar a todos los jugadores, dando minutos de calidad a los más jóvenes, en una experiencia enriquecedora para todos ellos.

A pesar de todo el equipo dejó buenas sensaciones, mostrándose compacto en defensa y en ataque, encajando un gol a la contra, el segundo fruto de un penalti-córner y el tercero en un desgraciado robo que permitía a la Complutense atacar por dentro generando un mano a mano ante el portero, que nada podía hacer para evitarlo.

Franco Quiroga era el encargado en un penalti-córner de materializar el tanto de los insulares en un remate de un rechace, que significaba el 3-1 final.

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